
Me tiro al suelo cámara en mano.
La mejor manera de sacar fotografías de bebés de 1 año, que resuman y transmitan la curiosidad y vitalidad de esta fase, es tirarse al suelo. Me pongo a la altura de su mirada para unirme a su descubrimiento, siempre con la cámara preparada.
Veo lo que ellos ven, para intentar mirar cómo ellos miran. En el suelo de casa, la hierba o el arenero. La curiosidad de un bebé de un año no tiene limites.

Observo y juego con empatía.
Tanto en exterior como en vuestra casa, sigo sus pequeños pasos. ¡Incluso gateo con ellos! Sin perder detalle, para atrapar los mejores instantes y convertirlos en recuerdos duraderos.
En sus rincones favoritos o explorando a sus anchas, es cuando están más relajados. Por eso quedan fotografías espontáneas y auténticas. De esas que de verdad hablan de su infancia.

Me gano su confianza
Después de un rato de juegos, el bebé me da permiso para acercarme más, sin temor al objetivo. Esto me permite sacar primeros planos de tu bebé de manera natural.
La etapa de gateo es divertidísima. Al seguir su ritmo y su mirada atrapo momentos inolvidables, porque no interrumpo su juego. Eso sí, hacerles fotos quietecitos se complica… pero ya tengo experiencia. Se cuando acercarme, cuando toca alejarse, o incluso, cuando toca soltar la cámara para ganarme su confianza.
Un poco sobre mi…
Soy Rebeca, la fotógrafa familiar de Chiquilladas: Periodista de formación, mamá fotográfa de profesión.
Cuando una familia me abre las puertas de su casa, me esfuerzo al máximo para conseguir que cada una de las fotografías reflejen la personalidad del bebé. No pretendo que se adapte a las imagenes que quiero conseguir, soy yo la que permanezco atenta para retratarlo en pleno juego, de manera natural. Sin perder de vista la estética, para que lo real, lo auténtico, luzca como se merece.
Elige mucho más que fotos bonitas. Elige un reportaje hecho para tu familia. ¡Emociónate!

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